El consumo de chocolate negro con un 85 % de cacao mejora el estado de ánimo en asociación con los cambios microbianos intestinales en adultos sanos: un ensayo controlado aleatorizado

Publicado: 24 agosto 2022

El chocolate negro ha sido reconocido durante mucho tiempo por sus propiedades para alterar el estado de ánimo; sin embargo, la evidencia sobre los efectos emocionales de la ingesta diaria de chocolate amargo es limitada. Por lo tanto, nuestro objetivo fue investigar los efectos de la ingesta de chocolate negro sobre el estado de ánimo en la vida cotidiana, con especial énfasis en el eje intestino-cerebro.

En este estudio se probaron dos chocolates oscuros diferentes (85% y 70% de contenido de cacao). En un ensayo controlado aleatorizado, adultos sanos (20-30 años) consumieron 30 g/d de chocolate con 85 % de cacao (DC85, n=18); chocolate 70% cacao (DC70, n=16); o sin chocolate (grupo control, CON; n=14); por 3 semanas. Los estados de ánimo se midieron utilizando el Programa de Afecto Positivo y Negativo (PANAS). El consumo diario de chocolate amargo redujo significativamente el efecto negativo en DC85, pero no en DC70. Para evaluar la asociación entre los efectos que alteran el estado de ánimo del chocolate negro y la microbiota intestinal, realizamos un análisis de secuenciación del ARNr 16S fecal para los grupos DC85 y CON. La diversidad microbiana intestinal fue significativamente mayor en DC85 que en CON (P < 0,05). Los niveles de Blautia obeum se elevaron significativamente y los niveles de Faecalibacterium prausnitzii se redujeron en DC85 en comparación con CON (p < 0,05). Además, encontramos que los cambios observados en las puntuaciones de afecto negativo se correlacionaron negativamente con la diversidad y la abundancia relativa de Blautia obeum (P < 0,05).

Estos hallazgos indican que el chocolate negro ejerce efectos prebióticos, como lo demuestra su capacidad para reestructurar la diversidad y abundancia de bacterias intestinales; por lo tanto, puede mejorar los estados emocionales negativos a través del eje intestino-cerebro.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov