Las encuestas sugieren que la mayoría de los pacientes tienen una vida espiritual y consideran que su salud espiritual y su salud física son igualmente importantes. Además, las personas pueden tener mayores necesidades espirituales durante la enfermedad.
Revisamos estudios publicados, metanálisis, revisiones sistemáticas y revisiones de temas que examinaron la asociación entre la participación religiosa, la espiritualidad y la salud física, la salud mental, la calidad de vida relacionada con la salud y otros resultados de salud.
También revisamos artículos que brindaban sugerencias sobre cómo los médicos podrían evaluar y apoyar las necesidades espirituales de los pacientes. La mayoría de los estudios han demostrado que la participación religiosa y la espiritualidad están asociadas con mejores resultados de salud, incluida una mayor longevidad, habilidades de afrontamiento y calidad de vida relacionada con la salud (incluso durante una enfermedad terminal) y menos ansiedad, depresión y suicidio.
Varios estudios han demostrado que abordar las necesidades espirituales del paciente puede mejorar la recuperación de la enfermedad. Discernir, reconocer y apoyar las necesidades espirituales de los pacientes se puede hacer de una manera directa y sin controversias. Además, muchas fuentes de atención espiritual (p. ej., capellanes) están disponibles para los médicos para abordar las necesidades espirituales de los pacientes.
Cuando las personas consultan a los médicos para determinar la causa y el tratamiento de una enfermedad, también pueden buscar respuestas a preguntas existenciales que la ciencia médica no puede responder (p. ej., «¿Por qué me está pasando esta enfermedad?»). Algunos pacientes necesitan atención religiosa o espiritual para ayudar a responder estas preguntas. De hecho, a lo largo de la historia, la religión y la espiritualidad y la práctica de la medicina se han entrelazado. Como resultado, muchas religiones adoptan el cuidado de los enfermos como una misión principal y muchas de las principales instituciones médicas del mundo tienen raíces religiosas y espirituales.
La palabra religión proviene del latín religare, que significa “unir”. Una religión organiza las experiencias espirituales colectivas de un grupo de personas en un sistema de creencias y prácticas. La participación religiosa o religiosidad se refiere al grado de participación o adhesión a las creencias y prácticas de una religión organizada. Espiritualidad proviene del latín spiritualitas, que significa “aliento”. Es un concepto más amplio que religión y es principalmente un proceso dinámico, personal y experiencial. Las características de la espiritualidad incluyen la búsqueda de significado y propósito, la trascendencia (es decir, la sensación de que ser humano es más que una simple existencia material), la conexión (p. ej., con los demás, la naturaleza o lo divino) y los valores (p. ej., amor, compasión, y justicia).
Aunque algunas personas que se consideran espirituales no respaldan una religión formal, la participación religiosa y la espiritualidad son conceptos superpuestos. Experimentalmente, ambos pueden implicar una búsqueda de significado y propósito, trascendencia, conexión y valores. Bajo esta luz, la participación religiosa es similar a la espiritualidad. La espiritualidad también puede tener expresión comunitaria o grupal; cuando se formaliza esta expresión, la espiritualidad se parece más a una religión organizada. Debido a esta superposición, la participación religiosa y la espiritualidad se consideran juntas en este artículo.
La religión y la espiritualidad se encuentran entre los factores culturales más importantes que dan estructura y significado a los valores, comportamientos y experiencias humanas. De hecho, la mayoría de las personas afirma tener una vida espiritual.
Encuestas de la población general y de pacientes, han encontrado consistentemente que más del 90% de las personas creen en un Ser Superior. Otra encuesta encontró que el 94% de los pacientes consideran que su salud espiritual y su salud física son igualmente importantes. La mayoría de los pacientes quieren que se satisfagan sus necesidades espirituales y agradecerían una consulta sobre sus necesidades religiosas y espirituales. Finalmente, una encuesta de médicos de familia encontró que el 96% cree que el bienestar espiritual es un factor importante en la salud. A pesar de estos hallazgos, las necesidades espirituales de los pacientes a menudo se ignoran o no se satisfacen.
El interés de los médicos en la espiritualidad del paciente ha aumentado debido a un número creciente de estudios que han demostrado una asociación entre una mayor participación religiosa y espiritualidad y mejores resultados de salud. En este artículo, revisamos estos estudios y brindamos sugerencias sobre cómo los médicos pueden evaluar y apoyar la necesidades espirituales de los pacientes.