El objetivo del trabajo es realizar una revisión de la literatura de telepsiquiatría.
En el trabajo los autores realizaron una búsqueda sistemática de la literatura sobre telepsiquiatría utilizando los términos de búsqueda, «telepsiquiatría», «salud telemental», «teleasistencia», «telemedicina», «salud electrónica» y «videoconferencia».
Para cumplir con los criterios de inclusión, los estudios tuvieron que: (1) ser publicados en una revista revisada por pares después del año 2000; (2) estar escrito en inglés; (3) utilizar tecnología de videoconferencia para la prestación de servicios de evaluación o tratamiento de salud mental; y (4) usar un diseño de ensayo controlado aleatorio con potencia adecuada en el caso de estudios de resultados de tratamiento. De 1976 los estudios identificados mediante búsquedas en PubMed (base de datos Medline), Ovid medline, PsychInfo, Embase y EBSCO PSYCH, 452 cumplieron con los criterios de inclusión. Los estudios que cumplieron con todos los criterios de inclusión se organizaron en una de seis categorías: (1) satisfacción; (2) fiabilidad; (3) resultados del tratamiento; (4) resultados de implementación; (5) rentabilidad; y (6) y cuestiones legales. Todos los desacuerdos se resolvieron reevaluando las características del estudio y la discusión.
RESULTADOS: En general, los pacientes y proveedores generalmente están satisfechos con los servicios de telepsiquiatría. Sin embargo, los proveedores tienden a expresar más preocupaciones sobre los efectos potencialmente adversos de la telepsiquiatría en la relación terapéutica. Es menos probable que los pacientes respalden tales preocupaciones sobre la relación deteriorada con su proveedor. Aunque pocos estudios emplean apropiadamente diseños de no inferioridad, la evidencia en conjunto sugiere que la telepsiquiatría es comparable a los servicios presenciales en términos de confiabilidad de las evaluaciones clínicas y los resultados del tratamiento. Cuando los diseños de no inferioridad se utilizaron adecuadamente, la telepsiquiatría funcionó tan bien, si no mejor, que la prestación de servicios de salud mental en persona. Los estudios que utilizan métodos rudimentarios y más sofisticados para evaluar la rentabilidad indican que la telepsiquiatría no es más costosa que la prestación presencial de servicios de salud mental y que la telepsiquiatría es en realidad más rentable en la mayoría de los estudios revisados. A pesar de las preocupaciones legales sobre la pérdida de confidencialidad y la capacidad limitada para responder a emergencias psiquiátricas, no descubrimos informes publicados de estos eventos adversos en el uso de la telepsiquiatría.
CONCLUSIÓN: Una gran base de evidencia apoya la telepsiquiatría como método de entrega de servicios de salud mental. Los estudios futuros informarán enfoques óptimos para implementar y mantener los servicios de telepsiquiatría.