Un cerebro sano es un cerebro que envejece y, además, a la edad que le corresponde, es decir, cuando su funcionamiento es acorde al que debe tener una persona de su edad.
Si se le intenta proteger de las enfermedades que lo pueden deteriorar de forma progresiva, se evitan los factores de riesgo y se lleva una vida activa, se evita acelerar su degeneración. «No se puede pretender que el organismo no envejezca, pero sí que el envejecimiento sea saludable», subraya a Infosalus el vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Pablo Irimia.
Así, detalla que, para mantener un cerebro sano, se necesitan varias cosas. En primer lugar, el control de los factores de riesgo cardiovascular, el control adecuado de la hipertensión, el de la diabetes, el del colesterol, dejar de fumar, y evitar la obesidad. Según destaca, es necesario porque uno de los problemas o enfermedades del cerebro es el ictus, una lesión cerebral por falta de riego en el cerebro.
«Tenemos que prevenir para evitar un ictus. De tal forma que, si no lo hacemos, tendremos una lesión que nos dará síntomas de pronto, o sino pequeñas lesiones progresivas que harán que nuestro cerebro envejezca de forma más rápida. A veces uno piensa que el control del riesgo cardiovascular no sólo es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro. Así que de igual forma que sabemos que tonificar los músculos es importante, también hay que hacerlo con la actividad intelectual», sostiene el también especialista de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).
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En segundo lugar, el neurólogo apunta a la necesidad de mantener una vida intelectualmente activa. «El cerebro, como cualquier órgano, para que funcione bien hay que ejercitarlo. La manera es hacerlo con todo tipo de actividades que hagan que trabaje más. Esto se hace a través de actividades intelectuales, lectura, sudokus, por ejemplo; todos los ejercicios son muy beneficiosos para el cerebro», agrega.
Asimismo, aconseja hacer actividades de ocio. «Se sabe que las personas que tienen ocio, que tienen una afición y mantienen relaciones interpersonales de forma frecuente lo que hacen es hacer trabajar al cerebro», añade. Aunque aparentemente parezca que no sirve para el cerebro, Irimia apunta al baile. «Tiene un efecto muy positivo por la necesidad de interactuar con la otra persona. Es una actividad social que requiere estar con otras personas, se hace ejercicio, o por ejemplo el hecho de aprender los pasos», indica.
EVITAR SUSTANCIAS TÓXICAS
Igualmente, el experto destaca que hay que evitar sustancias tóxicas para el cerebro. Aquí recuerda que el tabaquismo es muy perjudicial, por lo que sostiene que hay que dejar de fumar. «También se sabe que el uso excesivo del alcohol puede perjudicar y el uso de las drogas tampoco es positivo. Hay que evitar ese tipo de sustancias que pueden dañar de forma progresiva», advierte.
En su opinión, las personas que se cuidan siguiendo estos consejos desarrollan una mayor reserva cognitiva y un menor riesgo de degeneración, están ‘fabricando’ unos mecanismos protectores y los tóxicos pueden alterar.
«Cuando se produce una lesión en el cerebro puede que otras áreas de éste asuman las funciones de esa parte, pero las lesiones tienen síntomas inmediatos y son generalmente irreversibles, no hay recuperación total», sentencia el vocal de la SEN. Entre las enfermedades importantes más importantes del cerebro el experto menciona al ictus y al Alzheimer.